Porto de Galinhas, que se traduce literalmente como el puerto de gallinas, es considerada por muchos como una de las mejores playas de todo Brasil. Esta espectacular playa se transformó de ser un pequeño pueblo pesquero a un lugar muy popular para pasar las vacaciones, y donde un gran número de turistas eligen como destino cada año. La historia de la propia playa de Galinhas es interesante. En el siglo 19, el gobierno de Brasil prohibió el comercio de esclavos, lo cual era común en Recife hasta entonces. Por lo tanto, los piratas tuvieron que idear una solución para seguir trayendo esclavos a Brasil y evitar la ley. Esto lo hicieron utilizando playas más desérticas para traer a los esclavos, como es el caso de esta. Se creo un código secreto para informar de que habían llegado esclavos nuevos, el cual era “hay nuevas gallinas en la playa”, refiriéndose a los esclavos.
En la playa de Galinhas no hay grandes cadenas de hoteles. El concepto de hotel grande no es adecuado para este tipo de playa, por lo que no encontraremos los típicos hoteles que podemos encontrar en otras partes de Brasil. Lo interesante de la playa de Galinhas es que hay muchos pueblos en la proximidades de la playa, donde se suelen hacer muchas fiestas y podemos encontrar a la gente festejando en las calles con bandas de música por todas partes. Estos pueblos son bastante baratos y hay sitios donde alojarse. Sin embargo, si buscas tranquilidad, puede que no sea el mejor sitio para quedarse.
Estos pueblos tienen un buen nivel de comodidad, y los sitios donde podemos alojarnos están cuidados a conciencia para que nuestra estancia se lo mejor posible. Muchas de estos lugares para alojarse están al lado del mar, donde tendremos una maravillosa vista nada más levantarnos por la mañana, y a un precio muy razonable. Cualquier momento del año es bueno para venir a esta playa, aunque entre Junio y Agosto suele haber más nubes y lluvia.
La manera más fácil de llegar a la playa de Galinhas es volar al aeropuerto internacional de Recife. Después de llegar a Recife, se puede alquilar un coche y conducir hasta la playa de Galinhas, lo cual lleva más o menos una hora para llegar (hay unos s65 kilómetros). El viaje es bastante agradable porque se pasa junto a grandes campos de azúcar y pequeños pueblos con mucho encanto antes de llegar al destino. Una vez que lleguemos a la playa, tenemos varias actividades y cosas que hacer, aparte de lo habitual en una playa de estas características.
Una de las grandes atracciones en la playa de Galinhas son las piscinas naturales que tiene. El viaje desde la playa a estas piscinas es rápido y se disfruta gracias a los increíbles escenarios que podemos ver. Cuando la marea baja, estas piscinas naturales se forman, y podemos comprobar como muchos peces de todos los colores se quedan atrapados en estas piscinas hasta que la marea vuelve a subir. Se puede dar de comer a los peces, los cuales están familiarizados con los turistas y no tienen miedo de acercarse. Una de las piscinas más famosas es la llamada “mapa de Brasil” ya que tiene una forma muy similar al país.
Una atracción curiosa de la playa de Galinhas es la presencia cantantes con guitarra que van improvisando la letra y suelen hacer referencia de alguien de la audiencia que les está escuchando, donde puede ser a una personas, a un pareja o simplemente al mar. Algunas veces se puede ver a dos cantantes demostrando cual de ellos es el mejor, en una especie de competición cantada. Hay muchas locales nocturnos en la playa de Galinhas, por lo que no tendremos problemas para pasarlo bien hasta altas horas de la madrugada. En los fines de semana los locales se ponen algo concurridos, pero no tendremos problemas para encontrar una mesa.
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