La navegación empezó como una manera de explorar el mundo. Mientras que hoy en día los navegantes siguen reteniendo el espíritu de los antiguos navegantes de los pasados siglos, la navegación no solo es algo que concierne al transporte y el comercio internacional, o por motivos de guerra.
Desde el siglo 17, la gente ha utilizado la navegación para la aventura y el deporte. Muchas personas navegan simplemente porque les gusta el agua. Es un deporte que cada vez tiene más adeptos y la navegación por motivos recreativos se está haciendo más popular en todos los sectores. La edad para la navegación no tiene edad: El 40 por ciento de las personas que se dedican a navegar por entretenimiento van de los 20 años a los 45, y un 20 por ciento son menores de 17 años.
Por lo tanto, ya estés inspirado por famosos exploradores del pasado, las películas de cine, las competiciones de navegación existentes o simplemente porque te gusta sentir el viento en la cara mientras navegas, la navegación es un deporte para sacar tu lado aventurero.
Hay varios tipos de navegación enfocados al entretenimiento y el recreo. Dependiendo del tipo de diversión y aventura que quieras, puedes elegir entre varios tipos de embarcaciones. Si eres nuevo en el tema, puede que quieras empezar con una embarcación pequeña, como un dinghie o un keelboat por ejemplo. Son más fáciles de maniobrar y se puede navegar en ellos de forma individual o con otra persona. Muchos navegantes comienzan con estos pequeños barcos y continúan con ellos hasta que se hacen expertos. Son perfectos para un fin de semana de diversión.
Sin embargo, hay algunos aventureros que llevan su hobby a un nuevo nivel. Navegar por el mar y recorrer grandes distancias no solo es un hobby, sino que es un estilo de vida. Cuando oyes algo sobre alguien que está navegado alrededor del mundo, están de crucero.
Los navegantes que han elegido embarcarse y navegar en embarcaciones más preparadas, viven en sus barcos y están viajando por largos periodos de tiempo. Las embarcaciones pueden ser veleros o yates, pero en lo que coinciden es que el interior es igual de cómodo que una casa, y dependiendo del tamaño, puede incluir camas, cuartos de baños, cocina o incluso sistemas de entretenimiento.
Para aquellos que quieren tener la experiencia de navegar con el mínimo esfuerzo y sin trabajo, los barcos pueden llevar su propia tripulación. Algunos de los más populares son los cruceros programados por medio de compañías donde solo debemos preocuparnos de disfrutar del viaje. Por supuesto, hay varios tipos de cruceros de este tipo, donde el rango económico varía entre los cruceros de lujo, y los más asequibles para cualquier bolsillo.
Sin embargo, si estás buscando una alternativa al sol, la arena y las olas, también se puede hacer un crucero por el hielo. Esto convierte la navegación en un deporte de invierno. La navegación por el hielo empezó en el año 1800 en los Países Bajos como una manera de atravesar lagos helados durante el invierno, y se ha vuelo muy popular como deporte de recreo desde el los años 30 con los nuevos barcos preparados para tal efecto.
Habilidades y términos en la navegación marítima
Los conceptos básicos de la navegación marítima no son demasiado difíciles, y se puede aprender en unas cuantas clases, aunque requiere una vida entera para poder perfeccionar la técnica. De todas las habilidades y técnicas para aprender navegación, hay varias partes esenciales. Los barcos no se pueden llevar directamente contra el viento o corren el riesgo de quedarse parados.
Dependiendo de tu punto de navegación – la dirección de tu barco en relación a la dirección del viento – se deben elegir diferentes configuraciones de navegación. Puedes poner tu vela principal simplemente escuchándola: Suelta la vela hasta que se agite por la parte más cerca al mástil. Entonces échala hacia atrás hasta que la agitación se detenga.
Cuando el barco comienza a inclinarse a un lado, es un momento a tener en cuenta. Para mantenerse en un curso correcto, es importante ser consciente del viento y la posición de las velas. También hay que estar pendientes del peso que llevamos en la embarcación y como está distribuido. Si el barco se inclina demasiado por un lado, puede nivelarlo moviendo el peso al lado opuesto.
Un barco debe estar balanceado de un punto a otro. Generalmente, la parte frontal de un barco se eleva ligeramente más que la parte trasera, y la distribución del peso del cuerpo en la cubierta (nosotros y la tripulación), es una clave para poder mantener el balance. Si ves que el barco está demasiado hundido en el agua (lo que suele pasar si el barco es demasiado bajo), mueve tu peso más cerca de la mitad o frontal del barco. Si es la parte frontal la que se hunde más en el agua, lleva el peso a la parte de atrás del barco. Un barco correctamente balanceado te permite navegar más deprisa.
Hay un balance muy delicado entre el barco y el viento, y te puedes encontrar siendo empujado fuera de rumbo por ello. Existe una pieza de madera, fibra de vidrio o metal (dependiendo de lo que esté hecho el barco), llamado centerboard, y que consiste en una aleta móvil debajo de la carcasa. Ajustando esta pieza con relación al punto de navegación, puedes ser capaz de corregir el rumbo sin problemas.
Conseguir llegar del punto A al punto B no siempre se consigue viajando en línea recta, especialmente si la ruta te lleva directamente en el viento. Planeando una ruta que te lleva a tu destino en el tiempo más corto posible es algo a tener en cuenta. Normalmente esto es algo que se consigue mediante una maniobra llamada “tacking”, donde el barco es movido en zigzag con el viento.
Para mantener la navegación como una actividad segura y entretenida, hay algunas reglas de navegación que deben ser seguidas. Lo primero es que se debe ser honesto con nuestro nivel de habilidades. Si no somos muy experimentados, no debemos podernos en riesgo navegando de forma poca segura. Se sabe que más del 70 por ciento de las muertes que ocurren en el mar, son a causa de que el operador no tenía las habilidades o instrucciones necesarias.
Tus habilidades no son suficientes – necesitas viento en las velas para poner rumbo a algún lugar. Asegúrate de que determinas la velocidad del viento y su dirección antes incluso de partir. También hay que consultar la precisión del tiempo. Puede que haga un buen sol mientras preparas el viaje, pero un cambio en el tiempo puede resultar en una expedición peligrosa. Hay que inspeccionar el estado del barco, el equipamiento y las herramientas para asegurarnos de que todo está en buenas condiciones, y ver que tenemos todo lo que nos hace falta. Se debe poner especial interés de que los chalecos salvavidas estén disponibles y en un estado idóneo.
Es también inteligente tener un plan. En tu aventura posiblemente tengas tierra sólida fuera de vista, y si tienes una emergencia, podría ser difícil encontrar ayuda. Prepara un plan de navegación y deja una copia a un familiar, amigo o las autoridades locales marinas antes de salir. Se debería incluir una descripción del barco, el nombre de todos los que van en el barco, el tipo de equipamiento que llevamos en la embarcación, el destino y los horarios de salida y llegada.
