De todas las playas en Ishigaki, la playa de Yonehara puede que sea la más conocida, y hay dos razones para esto. La primera es que ofrece unas oportunidades de bucear realmente buenas, y la segunda es que hay un sitio para acampar justo detrás de la playa, lo que hace esta parte de la costa muy popular durante todo el año. A pesar del hecho de que hay playas mejores en la isla, la de Yonehara sigue siendo por muchos la preferida, por lo que es indudable su encanto.
No es realmente una playa orientada a familias, aunque tiene muchos visitantes durante todas las temporadas. Esto obviamente la aleja de la típica playa aislada y poco concurridas. Aun así, tampoco se llega a llenar de una manera que resulte molesta o provoque rechazo. De todos modos, está claro que en temporada alta habrá más dificultades en coger sitio en el camping y encontrar el mejor sitio en la playa.
La playa de Yonehara en si es ancha y muy espaciosa. Sin embargo deja un poco que desear en términos de calidad de la arena. Buena parte de la playa está formada por guijarros y pequeñas piedras. Aun así, la gente no parece importarle este detalle, y aunque no estés pensando en darte un baño o tumbarte al sol, es un gran lugar para pasar una buena tarde dando un paseo y disfrutando del entorno.
Un arrecife justo donde empieza la línea de costa, lo cual significa que se puede disfrutar del buceo libre en el momento de llegar a la playa, aunque se aconseja nadar razonablemente bien. Este arrecife tiene mucha vida, y en el momento que metes la cabeza en el agua, parece que te has introducido en otro mundo.
Hay una gran cantidad de vida que puede interesar tanto a los novatos como a los más experimentados. Hay duchas disponibles en la misma playa, aunque no hay agua caliente.
Como se ha comentado, el camping está al lado de la playa en un área boscosa que da una buena sombra a todos sus visitantes. Los precios son bastante razonables y el camping está equipado con las funciones básicas necesarias, como aseos, duchas y medios para hacer la colada.
El sitio es popular durante todo el año, pero mucho más en los meses más calurosos. Aunque hay personas de todas las edades, hay siempre una sensación de juventud. Esto se nota sobre todo en los días donde se celebran fiestas hasta la madrugada en los meses de verano. No hace falta hacer una reserva para coger sitio, ya que el camping es grande, y excepto en ciertas fechas, suele haber sitio.
Volviendo a la playa de Yonehara, se pueden ver las olas romper en los arrecifes prácticamente todo el día. Hay una zona en la que el agua se hace muy profunda en este arrecife. Algunos buceadores eligen nadar en esta parte ya que tienen más oportunidades de ver criaturas marinas grandes. Sin embargo, para la mayoría es suficiente la parte del arrecife tradicional, y no se arriesga a meterse en la zona profunda.
Lo cierto es que hay que tomar ciertas medidas para prevenir cualquier incidencia. Se puede formar corrientes que pueden resultar peligrosas, por lo que es mejor enterarse bien del estado del mar. Aparte de esto, cuando hay corrientes fuertes, es más difícil ver vida marina, por lo que la experiencia puede no ser tan buena.
Aun siendo una playa tan popular, no hay socorristas en Yonehara. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de meternos en ciertas zonas de riesgo. Lo cierto es que la playa se lleva algunas vidas al año, aunque la mayoría son por imprudencias de los visitantes.
Hay señales puestas en las áreas de aparcamiento donde se indica las zonas donde las corrientes son más peligrosas, por lo que es buena idea fijarse en ellas antes de hacer nada. Aunque la información está en japonés, se puede entender bien con las flechas mostrando el origen y dirección de las corrientes. La regla de oro es básicamente evitar esas zonas.